Puntarenas

De generación en generación: La procesión que teje la historia y la fe de Puntarenas

· Ayer los puntarenenses se reunieron en el mar para celebrar la procesión de la Virgen del Mar que tiene 112 años de realizarse en la bella perla del Pacífico.

Puntarenas es una provincia que se caracteriza por su belleza escénica y especialmente por el calor de su gente, pero además de su rica gastronomía que enamora los paladares de las personas que visitan en este pedacito de tierra.

 

Cada mes de julio, los porteños se preparan para celebrar a su protectora bajo la advocación de la Virgen del Mar y siempre se saca a pasear al mar en donde se le brinda la bendición a todas las embarcaciones pesqueras para que ellos puedan tener prosperidad en sus hogares y en su trabajo.

 

La historia se remonta al año de 1913 y la pequeña ciudad de Puntarenas recibe una lamentable noticia de que el “El Galileo”, un barco de concha perla, con toda su tripulación a bordo, había naufragado cerca de la Isla del Caño. Don Hermenegildo Cruz Ayala, un chiricano panameño, que como tantos otros en aquella época vinieron a probar suerte al joven puerto costarricense, era el dueño de la colapsada embarcación.

 

Don Hermenegildo, empujado por el dolor de los familiares de los tripulantes de su barco, y ante la conmoción de los porteños, se dirige al Templo de la ciudad a pedirle a la Virgen del Carmen por sus trabajadores.

 

El pueblo católico, encabezado por el padre Carmona, párroco del lugar, ora por los hombres de los cuales no se tenía noticia alguna.

 

El milagro sucedió pocos días después, y llegó la gran noticia: los tripulantes del Galileo son trasladados hacia Puntarenas, por un barco que les rescató en tierra firme.

 

En medio de la algarabía de los ciudadanos llegan al “Puerto” aquellos hombres por quienes se había orado. Para sorpresa de todos los creyentes. Ellos hablan de una mujer, que en medio de la tempestad y la tragedia los alimentó y acompañó, de modo que tuvieron suficiente fuerza para nadar a tierra donde fueron rescatados.

 

Don Hermenegildo, hombre de fe, al escucharlos les dijo de ir a donde el padre Carmona: “hay que ir a dar gracias a la Virgen”.

 

Aquel mismo día se presentaron al Templo, acompañados de sus familiares y amigos y subiendo de rodillas la Iglesia llegaron al lugar donde estaba la Virgen Carmen.

 

En presencia del sacerdote uno de ellos dijo a don Hermenegildo: “esta Señora es la que nos dio de comer y nos acompañó, ella llevaba en su delantal (hablaba del escapulario), el pan que nos dio”. Silvano Nieto Capitán del Galileo narró: “Las gigantescas olas se presentaban fragor de la tempestad… El Galileo se mecía entre el remolino del viento y del mar, mientras un sonido de maderas golpeadas me parecía decir que la embarcación amenazaba con partirse en muchos pedazos; miles de fugaces ideas acudieron a mi mente y el temor a morir ahogado se posesionó de mí.

 

Don Hermenegildo dijo al sacerdote: “Yo prometo padre, que, de hoy en adelante, todos los años para el mes de julio celebraremos una fiesta en el mar para Nuestra Madre”.

 

Desde entonces, los porteños, la llaman la Virgen del Mar, y todos los pescadores, grandes y pequeños, como una sola familia, salen por el Golfo de Nicoya a rendirle honor. Le dan gracias por el fruto de su trabajo y le piden confiadamente para que los proteja cada vez que, con ilusión, salen al mar a buscar el sustento para sus hijos.

 

Ayer los puntarenenses se reunieron en el mar para celebrar la procesión de la Virgen del Mar que tiene 112 años de realizarse en la bella perla del Pacífico y primero se realizó la santa eucaristía en donde los feligreses pedían a la protectora su bendición o porque no agradecerle por favores concebidos.

 

La Catedral de Puntarenas estaba llena que no alcazaba ninguna persona e inclusive algunos tuvieron que escuchar la homilía de pie, pero no fue ningún problema para los feligreses.

 

Terminada la celebración de la misa muchas personas se trasladaron al embarcadero en donde las diferentes personas esperaban el inicio de esta maravillosa procesión llena de fe y esperanza para los porteños que luchan por salir adelante a pesar de las adversidades que se le presenta en la vida cotidiana y, por otra parte, en el famoso Paseo de los Turistas estaban esperando con ansias el paso de la Virgen.

 

En el mar se vistió de gala desde embarcaciones pequeñas hasta grandes se unieron en el ancho mar de Puntarenas para recibir la bendición de la virgencita del mar e inclusive muchas de ellas tenían músicos que alegraban con sus melodías a los asistentes desde música religiosa hasta música tradicional que más de uno ponía a moverse el esqueleto.

 

Tuve la dicha de viajar en la embarcación que le tocó llevar a la Virgen y uno dice será una señal de cielo o una bendición, pero bueno lo importante fue que disfruté del recorrido con personas maravillosas.

 

Conversé con doña Anahí Blanco, esposa del dueño del barco KING y mencionó que fue una dicha el haber llevado a la virgen el año pasado y es una bendición que Dios nos da tanto a su esposo y a su maravillosa y la familia doña Anahí son muy devotos a la virgen María e inclusive resalta la importancia de la Virgen para la tripulación y los marineros.

 

Inclusive la profesora Xinia Soto Mora, coreógrafa del Grupo Proyección Folclórica Flor de Reseda realizó un montaje que se llama ‘’Popurrí a la Virgen del Mar’’ que se basa en la canción de la Virgen del Mar de la maestra pensionada  Arlene Salazar y una pieza que se llama Virgen de Turichiquí y Soto realizó el montaje basado en una investigación de la Virgen del Carmen y esta agrupación baila esta coreografía en diversas actividades en donde se presentan resaltando la esencia del ser puntarenense.

 

La procesión empezó a la 1:00 p.m.  y gracias a Dios hizo un buen clima en donde todas las personas disfrutaron de esta maravillosa actividad llena de fe y una tradición que sigue vigente e inclusive tiene mucho auge en donde familias de distintas partes de Costa Rica y extranjeros disfrutan de esta celebración. Cuando llegó el momento de la bendición sentí una paz y sobre todo fue momento para recordar que nunca estamos solos.

 

Como dice esta frase del periodista mexicano Diego Petersen, “Ser periodista es ver pasar la historia con boleto de primera fila’’ y esperemos el otro año seguir contando muchas historias relacionadas con la Procesión de la Virgencita del Mar.

Fabricio Obando Chang

Periodista graduado de la Universidad Federada San Judas Tadeo con amplia experiencia en la cobertura de temas de cultura, política, salud, nacionales y turismo. Amante de un buen libro, una salida a la playa y encontrar historias cotidianas para volverlas noticias. Laboró en diferentes medios de comunicación en Guanacaste, desde prensa escrita, televisión, radio y prensa digital. Jefe de información, periodista y reportero.
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