Lore, la mujer que decidió quedarse en Puntarenas y levantar su sueño a punta de buen sabor
Desde un pequeño local donde vendía apenas diez empanadas al día, Lorena Ramírez construyó “Pasteles y empanadas donde Lore”, un rincón del centro porteño donde el trabajo, la fe y el sabor se combinan cada mañana.

En la calle principal de la ciudad, sobre la ruta 17, a tan solo 25 metros oeste del segundo semáforo y diagonal a Coopealianza, hay un local pintado de amarillo y negro que se ha vuelto parte del paisaje cotidiano del puerto.
De su interior sale el aroma del maíz frito, del pan recién horneado y del café de la mañana. Se llama “Pasteles y empanadas donde Lore”, y su historia es tan cálida como las empanadas que prepara cada día.
De diez empanadas a un negocio con alma familiar
Hace poco más de cuatro años, Lorena Ramírez Castillo, conocida por todos como “Lore”, comenzó su emprendimiento con apenas diez empanadas diarias y un local diminuto.
“Yo le pedí a Dios que me ayudara… y me ayudó”, recuerda entre risas.
Su constancia la llevó a crecer paso a paso, hasta formar un equipo de siete personas, entre ellas su hijo y cinco colaboradoras —“las chiquillas”, como las llama—.
“Ya somos como una familia. Han crecido conmigo y eso me llena de orgullo”, comenta mientras atrás su hijo vende un refresco y una de las «chiquillas» acomoda las bandejas repletas de empanadas doradas.

El sabor que no cambia
El mostrador reluce con empanadas de carne con chile, frijol con chicharrón y frijol con queso, además de pasteles crujientes que hacen difícil decidirse por uno solo.
A un lado, una resbaladera artesanal espera a los clientes habituales que llegan a cualquier hora del día.
“Todo se hace aquí: la masa, los rellenos, los frescos. No usamos pulpas ni productos de paquete”, dice Lore con orgullo.
Su compromiso con la calidad ha hecho que muchos repitan lo mismo: “Saben igual que siempre”.
Un nuevo capítulo con sabor a tradición
La ampliación reciente del local marcó un nuevo comienzo.
Lore no solo agrandó el espacio: también sumó productos de la recordada Panadería Quesada, trayendo de vuelta los sabores que marcaron a generaciones de porteños.

Cangrejos (Croissants), trenzas de coco, Pan de Especias, panes rellenos y pastelillos lucen en las vitrinas, sumando ese toque nostálgico que conecta el presente con la tradición.
“Mucha gente me decía que extrañaba ese sabor… así que lo trajimos de vuelta”, dice sonriendo.
La voz del cliente
En la fila, los clientes se saludan como si fueran viejos amigos. Entre ellos está Eddys Díaz, un porteño que llega casi todos los días.
“Mi favorita es la empanada de frijol con chicharrón”, cuenta sin dudar. “Y los frescos, sobre todo la resbaladera, son buenísimos. 100% recomendada. Ya Lore me conoce, soy cliente frecuente”.
Ese vínculo, el de la confianza y la cercanía, es parte del secreto del éxito de este pequeño gran negocio que conquistó el corazón del puerto.

La decisión de quedarse en el puerto
Durante los años más difíciles, cuando muchas instituciones se marcharon del centro y las calles se vaciaron, Lore también pensó en irse. Pero no pudo.
“Hubo días muy duros, pero yo dije: no, yo me voy a quedar en Puntarenas. Porque alguien tenía que quedarse por los que todavía creemos en el puerto.”
Esa decisión —quedarse— se convirtió en su sello. Hoy su local es punto de encuentro para porteños y visitantes, y un recordatorio de que la fe y el trabajo diario pueden cambiarlo todo.
Fe, trabajo y esperanza
Cada mañana, desde las 5:00 a.m., Lore enciende la plancha y da inicio a una jornada que termina hasta las 5:00 p.m.
“Si Dios te permite levantarte, es para trabajar, hacer cosas buenas y sentirse útil”, dice convencida.
Antes de despedirse, deja una frase que resume su filosofía de vida:
“Hay que creérsela. Creer que lo que uno hace es bueno, esforzarse por hacerlo mejor y no perder la fe. Porque cuando uno cree, las cosas pasan.”
Y entre el olor a empanadas recién hechas y las risas de sus clientas, se confirma que en “Pasteles y empanadas donde Lore”, la esperanza sí tiene sabor.
Me despido de esta emprendedora y me voy a la playa con una empanada de carne y un fresco de naranjilla delicioso a escribir esta nota que acabas de leer.
Ubicación y horario:
Calle principal del Centro de Puntarenas, Ruta 17, 25 metros oeste del segundo semáforo, diagonal a Coopealianza.
🕔 Horario: de lunes a sábado, de 5:00 a.m. a 5:00 p.m.
📞 Pedidos: 6045-4266

