Día Internacional de la Mujer: Una conmemoración de lucha, unidad y sororidad

Cada 8 de marzo, el mundo conmemora el Día Internacional de la Mujer, una fecha que no solo celebra los logros de las mujeres en diferentes ámbitos, sino que también recuerda la lucha por la igualdad, los derechos y la justicia. Esta jornada, lejos de ser una simple celebración, es un llamado a la reflexión y a la acción conjunta para erradicar las desigualdades de género que aún persisten.
Un origen marcado por la lucha
El 8 de marzo tiene sus raíces en los movimientos obreros del siglo XIX y principios del XX, cuando miles de mujeres alzaron la voz para exigir mejores condiciones laborales, derecho al voto y equidad salarial. Uno de los eventos más emblemáticos ocurrió en 1908, cuando 15.000 trabajadoras textiles marcharon en Nueva York exigiendo jornadas laborales justas y el fin del trabajo infantil. A partir de este y otros episodios históricos, en 1910, la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague propuso establecer un día internacional para visibilizar la lucha por los derechos de la mujer.
Fue en 1975 cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) oficializó el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer, consolidándolo como una fecha de reivindicación y acción global.
El papel de Costa Rica en la lucha por los derechos de la mujer
Costa Rica ha sido un país pionero en la promoción de los derechos de la mujer en América Latina. En 1923, se creó la Liga Feminista Costarricense, una de las primeras organizaciones en la región que abogó por el sufragio femenino y los derechos civiles de las mujeres. Gracias a su lucha, en 1949, con la promulgación de la nueva Constitución, las mujeres costarricenses lograron el derecho al voto, convirtiéndose en un hito clave para la democracia del país.
Además, en 1986, Costa Rica estableció el Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU), una institución dedicada a garantizar la equidad de género y a impulsar políticas públicas en favor de los derechos de las mujeres. En los últimos años, el país ha avanzado en la promulgación de leyes contra la violencia de género y en el acceso a la educación y oportunidades laborales para las mujeres.
La sororidad como motor del cambio
En el centro de esta conmemoración se encuentra la sororidad, un principio que promueve la solidaridad y el apoyo mutuo entre mujeres para derribar barreras y desafiar sistemas que perpetúan la desigualdad. La sororidad impulsa la creación de redes de apoyo, el acompañamiento en momentos de adversidad y el fortalecimiento de la lucha por los derechos de todas.
En la actualidad, gracias al trabajo de movimientos feministas y organizaciones sociales, se han logrado avances significativos en derechos políticos, acceso a la educación y erradicación de la violencia de género. Sin embargo, la brecha de desigualdad sigue siendo una realidad en muchas partes del mundo, lo que refuerza la necesidad de continuar con esta lucha de manera unida y solidaria.
Un día para actuar y reflexionar
El Día Internacional de la Mujer no solo es una oportunidad para reconocer los logros obtenidos, sino también para cuestionar las inequidades que aún persisten y reforzar el compromiso con una sociedad más justa. La lucha por la equidad de género es un compromiso colectivo que requiere la participación de todas las personas, independientemente de su género.
Hoy, más que nunca, es fundamental recordar que cada acción cuenta: desde el respeto y la educación hasta el impulso de políticas públicas que garanticen la igualdad de oportunidades. La sororidad sigue siendo el puente hacia un futuro donde todas las mujeres puedan vivir con dignidad, libertad y justicia.