
Puntarenas conmemora el 133 aniversario del nacimiento de Fray Casiano de Madrid, “el Santo Porteño”
Organizaciones locales rindieron homenaje al fraile capuchino que dedicó su vida a la niñez porteña, en un acto cargado de gratitud y memoria.
El sábado 18 de octubre, diversas organizaciones porteñas unieron esfuerzos para celebrar el 133 aniversario del nacimiento de Fray Casiano de Madrid, el fraile capuchino que entregó su vida al servicio de los niños más necesitados de Puntarenas. El acto, cargado de música, poesía y recuerdos, buscó mantener viva la memoria de quien muchos consideran “el Santo Porteño”.
En una actividad simbólica organizada por la Asociación El Puerto Puede, junto con la Comisión Pro-Beatificación de Fray Casiano de Madrid, la Fundación Fray Casiano de Madrid, Asociación Convergencia Martiana y el colectivo Luz del Faro, se recordó la vida y obra del fraile español Juan Morera Coll, conocido en Costa Rica como Fray Casiano de Madrid.
El encuentro se realizó con el propósito de que la fecha de su natalicio no pase desapercibida y, sobre todo, para manifestar la gratitud del pueblo porteño hacia quien dedicó su existencia a proteger, educar y alimentar a los niños más vulnerables del Puerto durante el siglo XX.
“Las almas que trabajan por Dios sencillamente trabajan y no se preocupan de lo que otros piensen o digan”, decía Fray Casiano.
Inspiradas en esa premisa, las agrupaciones impulsoras del homenaje buscan que el sitio donde descansan sus restos en el Barrio El Carmen se convierta en un espacio digno, un santuario de paz y reflexión que perpetúe su legado.
Durante la jornada, en sus redes sociales El Puerto Puede compartió el poema “Fray Casiano”, escrito por la Licda. Ana Lorena del Carmen Vargas Chavarría, una obra que relata en tono poético el viaje espiritual y humano de aquel joven fraile que llegó desde Madrid en 1929 para consagrar su vida al servicio de los más necesitados.

📷 Archivo histórico de Foto Lux / Arnoldo Bolaños.
Fray Casiano falleció en Puntarenas el 28 de junio de 1965, a los 73 años, dejando una huella imborrable en la historia social y espiritual de la provincia.
El acto fue una oportunidad para reafirmar la importancia de rescatar la memoria de personajes que marcaron la identidad local y fortalecer el sentido de pertenencia de las nuevas generaciones.