
Puntarenas celebra 167 años de su declaratoria como ciudad: historia, identidad y legado de la Perla del Pacífico
El 17 de septiembre de 1858, el presidente Juan Rafael Mora Porras otorgó a Puntarenas el título de ciudad, reconociendo su papel estratégico en el comercio, la defensa nacional y la cultura costarricense.
Un día como hoy, 17 de septiembre de 1858, Puntarenas dejó de ser un poblado portuario para convertirse en ciudad oficial de Costa Rica, gracias al decreto del presidente Juan Rafael Mora Porras. La declaratoria fue más que un título: representó el reconocimiento al papel estratégico de este puerto en el auge cafetalero, la Campaña Nacional y la construcción de la identidad nacional.
Primeros orígenes: la punta que creció entre el mar y el estero
Antes de ser ciudad, Puntarenas fue arena y mar. En el siglo XVIII, el golfo de Nicoya servía como punto de conexión entre pueblos costeros y las colonias españolas. El arrastre de sedimentos del río Barranca formó la franja alargada de arena donde más tarde se desarrolló el puerto.
Ya en 1797, se estableció la primera aduana en la zona, y en 1814, gracias a Florencio del Castillo, la Corona Española autorizó a Puntarenas como Puerto Principal de Altura. Ese fue el inicio oficial de su vocación portuaria.
El café y el nacimiento de un puerto vital
En la década de 1830, Costa Rica entró de lleno al mercado mundial del café. El Valle Central producía, pero ¿cómo llevar el grano de oro al exterior? Puntarenas se convirtió en la respuesta.
Con el Camino Nacional al Pacífico (1846), carretas cargadas de café cruzaban montañas y llanuras hasta llegar al puerto. De allí, barcos partían hacia Chile y, posteriormente, hacia Inglaterra y otros mercados europeos. Puntarenas no solo era un punto de salida, sino también de entrada de ideas, mercancías y culturas.
El puerto franco de 1847 fue un punto de quiebre: comerciantes ingleses, alemanes y nacionales abrieron casas de negocio; se levantaron hoteles y bodegas, y el puerto empezó a adquirir un aire cosmopolita.
El papel de Puntarenas en la Campaña Nacional
Durante la guerra contra los filibusteros (1856–57), Puntarenas fue base estratégica. El presidente Mora Porras movilizó tropas y barcos desde aquí para proteger la costa pacífica. Los porteños aportaron recursos, hombres y logística.
El puerto fue también golpeado por la epidemia del cólera, que dejó un saldo doloroso entre la población. Pese a las pérdidas, la comunidad se levantó y siguió creciendo. Ese compromiso cívico y estratégico fue parte de las razones que motivaron a Mora a otorgarle el título de ciudad.
Declaratoria de ciudad: 17 de septiembre de 1858 🎉
La declaratoria de Juan Rafael Mora Porras reconoció la importancia creciente de Puntarenas. No era solo un puerto: era un centro comercial, militar y cultural. A partir de entonces, Puntarenas fue conocida oficialmente como ciudad, con municipalidad propia (instalada en 1848) y servicios que apuntaban al progreso, como el primer hospital (1852) y el faro para guiar embarcaciones.
Expansión y modernización: del muelle de hierro al Ferrocarril
El crecimiento no se detuvo. En 1872 se construyó el primer muelle metálico, diseñado por el ingeniero alemán Adolfo Knöhr, que facilitó el comercio.
La gran transformación llegó con el Ferrocarril al Pacífico (1910), que unió San José con Puntarenas. Desde entonces, el puerto no solo fue puerta de exportación, sino también destino turístico: miles de josefinos viajaban en tren para veranear en el Puerto.
En 1930, el Muelle Grande redefinió la ciudad: aduana, estación ferroviaria y nueva infraestructura hicieron de Puntarenas el corazón comercial del país.
Puntarenas en el siglo XX: turismo, cultura y balneario nacional
En 1940, Puntarenas fue declarado Balneario Nacional, convirtiéndose en el principal destino de playa para el turismo interno. Familias enteras llegaban para disfrutar de sus playas, el famoso Churchill, los paseos en el estero y las noches de baile.
La ciudad también consolidó su identidad cultural con celebraciones como la Virgen del Mar y, décadas más tarde, el Carnaval de Puntarenas, que atrajo a miles de visitantes.
Identidad y legado: la Perla del Pacífico
A lo largo de los años, Puntarenas ha vivido transformaciones económicas y sociales. La reubicación de las operaciones portuarias hacia Caldera en los años 80 supuso un reto, pero la ciudad se reinventó con el turismo, la pesca y el comercio.
Hoy, al cumplirse 167 años de su declaratoria como ciudad, Puntarenas sigue siendo reconocida como la Perla del Pacífico. Una ciudad con historia, con mezcla de culturas, con un pueblo resiliente y orgulloso de su legado.
El 17 de septiembre no es solo una fecha en el calendario: es un recordatorio de la capacidad de Puntarenas para ser protagonista en la historia nacional. 167 años después, el espíritu porteño sigue tan vivo como el mar que lo rodea.